¿HEPATITIS? CAUSAS, SÍNTOMAS Y PREVENCIÓN
El hígado está localizado en la parte superior derecha del abdomen. Se encarga de muchas funciones críticas que afectan directamente el metabolismo en el cuerpo. Cuando tu hígado deja de funcionar con normalidad, puede haber una falla hepática, por eso es tan importante tratar a tiempo esta afección.
La hepatitis es la inflamación o aumento de tamaño del hígado que imposibilita su correcto funcionamiento limitando así muchas funciones vitales, la cual es ocasionada por una infección. Existen diferentes tipos: A, B, C, D y E, estas variaciones las podemos diferenciar de acuerdo a su mecanismo de transmisión y su gravedad.
Los síntomas incluyen malestar general, coloración amarilla en la piel, orina oscura, fiebre, dolor abdominal, náuseas y vómitos, pérdida del apetito. Además en ocasiones también provoca urticaria y artralgias (que básicamente es el dolor en las articulaciones).
Son etapas agudas la hepatitis A y E, ambas se resuelven de manera espontánea después de algunas semanas ya que se transmiten por medio del contacto con heces de una persona infectada o beber o comer alimentos contaminados.
En cambio, la hepatitis B puede ocasionar una infección aguda o crónica y ésta ocurre cuando compartimos objetos personales, secreciones y/o jeringas o agujas, por lo que al presentar o detectar alguna sintomatología solicitaremos pruebas de detección en sangre o en el caso de antecedente de algún contacto de riesgo.
De igual manera es común que, si mantienes algún tratamiento con manipulación de sangre, como la hemodiálisis, se te soliciten estas pruebas para tu seguridad.
La hepatitis C es la más grave y también puede ocasionar una infección aguda o crónica pudiendo convertirse en cirrosis o cáncer, por lo que para prevenir dichas afectaciones será importante realizar las pruebas de detección en sangre.
¿Cómo lo puedes prevenir?
En cualquiera de los casos debe evitarse el alcohol para no aumentar la lesión hepática, no realizar actividades extenuantes, beber agua potable, desinfectar adecuadamente frutas y verduras, utilizar preservativos y mantener al corriente la vacunación.
Es posible disminuir la tasa de infectados cada año por algún tipo de hepatitis. “Como siempre, el cuidado de nuestra salud comienza en nuestras propias manos”.