Impotencia masculina Disfunción eréctil ¿Por qué me pasa?

La disfunción eréctil es un problema que afecta a muchos hombres en algún momento de su vida. Puede tener diversas causas, tanto físicas como psicológicas; puede afectar la autoestima, la confianza y la calidad de vida de quienes la padecen. La disfunción eréctil es la incapacidad repetida de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.

La edad es el factor de riesgo más importante para padecer disfunción eréctil de cualquier grado y a más edad, mayor severidad del proceso. Envejecer es una de las muchas cosas que puede causar disfunción eréctil, sin embargo, la disfunción eréctil puede suceder a cualquier edad y no todas las personas mayores la padecen.

Las alteraciones más frecuentes son vasculares y especialmente la arteriosclerosis. En este grupo están las personas con colesterol alto, tabaquismo, diabéticos y personas con tensión arterial alta. También por daño en la vascularización, las personas que han sufrido traumatismos en los huesos de la pelvis o que han sido tratadas con radioterapia.

Con menos frecuencia se da en enfermedades del cerebro, como Parkinson, Alzheimer, trombosis y embolias cerebrales. También las alteraciones de la médula espinal, como la hernia de disco, fracturas de columna vertebral con daño medular. Las personas que han sido tratadas quirúrgicamente por cáncer de próstata, colon o recto, también pueden padecer disfunción eréctil.



El síntoma de la disfunción es la dificultad o imposibilidad de lograr una erección o de mantenerla antes o durante el acto sexual. Puede ocurrir repentina o gradualmente. Algunos hombres pierden lentamente la firmeza de las erecciones o la duración de las mismas.

En otros hombres, especialmente cuando se debe en gran parte a factores psicológicos, el problema puede ocurrir de manera imprevisible y puede mejorar en cualquier momento.

El tratamiento deberá estar orientado según las expectativas y deseos del paciente. Es muy importante el apoyo de la pareja y la exposición del problema al médico con total naturalidad.

La modalidad del tratamiento viene dictada por el problema específico que causa la disfunción eréctil. El primer paso es definir la causa, si es posible, y luego optar por un tratamiento en el que el paciente este de acuerdo de la mano con su especialista de confianza.