La importancia de cuidar LOS RIÑONES EN LA INFANCIA La construcción de un futuro sano

Los riñones son los grandes filtros del cuerpo humano y en los niños cumplen funciones muy importantes para su crecimiento y desarrollo. Sin el cuidado adecuado, estos órganos vitales pueden dañarse o incluso fallar, lo que lleva a graves complicaciones de salud.

Una dieta saludable protege los riñones y previene factores de riesgo, como la obesidad o la diabetes; por ello es importante incluir frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras en las comidas diarias. También hay que evitar alimentos procesados, embutidos y comida rápida; desde la infancia, aprender a comer con poca sal y no agregar más a las comidas.

Mantener a los niños bien hidratados es la medida más simple y efectiva para proteger sus riñones, especialmente en climas cálidos o durante actividad física.

Se recomienda que los niños beban agua natural como principal fuente de hidratación, evitando en lo posible bebidas azucaradas y gaseosas que sobrecargan los riñones. La cantidad adecuada varía según edad y peso, pero una regla práctica es observar que la orina sea de color amarillo claro y sin olor fuerte.



Un peso saludable y una presión arterial normal desde la infancia es clave para prevenir daños renales; de ahí la importancia de promover la actividad física diaria (juegos al aire libre, caminatas o deportes) y acudir con tu especialista regularmente, incluso si el niño no presenta síntomas.

Las infecciones urinarias no tratadas pueden causar daño renal permanente. Es importante enseñar a los niños a identificar molestias al orinar o cambios en el olor de la orina. Además, mantener una higiene correcta.

Es clave prestar atención a señales de alerta, como si el niño presenta infecciones urinarias recurrentes, dificultad para orinar, antecedentes de prematurez, historia familiar de enfermedad renal o hipertensión arterial, diagnóstico de diabetes tipo 1 o 2 u orina con sangre.

La salud renal de los niños no es un juego, sino que es pieza fundamental para un buen desarrollo, que no impida su crecimiento físico y mental; por ello es indispensable garantizarla, para evitar complicaciones graves en la adultez, como insuficiencia renal o hipertensión.