- Dr. Juan Alberto Soberanis Patron
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Especialista en Pediatría / Medicina crítica Pediátrica
Céd. Prof. 12333028 UADY Céd. Esp. 13113323 UNAM
CENIT, Consultorio 1015
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@dr.betopediatria
Hay enfermedades infantiles que pasan rápidamente, mientras que otras hacen saltar nuestras alarmas. La meningitis es una de las enfermedades que más secuelas pueden producir en los niños. El 80% de los casos de meningitis se producen en la infancia, sobretodo en niños menores de 10 años, y especialmente en niños menores de 1 año.
La meningitis es la inflamación de las meninges (membranas que recubren el cerebro y la médula espinal) secundaria a una infección. Es una infección grave del sistema nervioso central, pudiendo poner en peligro la vida del niño o dejar secuelas.
El cerebro del ser humano se encuentra flotando de un líquido que se llama líquido cefalorraquídeo. Las meninges, junto con los órganos del sistema nervioso central, contienen ese líquido en su interior.
Las meninges actúan de protección frente a agresiones (infecciones, células tumorales, etc.) y además evitan que el cerebro sufra en situaciones de aceleración y deceleración.
La mayoría de las meningitis vienen provocadas por la acción de un virus o una bacteria, pero también pueden aparecer relacionadas a hongos, intoxicaciones y algunos medicamentos.
En general, al comienzo del cuadro, los síntomas suelen ser pocos y sutiles, y según transcurren las horas se van haciendo más evidentes.
Los síntomas de la meningitis en niños es diferente que en bebés. En los niños pequeños los síntomas son: fiebre, rechazo del alimento, irritabilidad, somnolencia, vómitos, mientras en los niños mayores suelen tener cefalea intensa, molestia ocular, además de irritabilidad, somnolencia y vómitos.
Según avanza la enfermedad se produce una rigidez de cuello, manchas en la piel, infección generalizada y puede llegar al coma en los casos más graves. La meningitis bacteriana se transmite entre personas a través de secreciones respiratorias y de la garganta.
Tú, al igual que muchos bebés y niños, puedes tener en la garganta las bacterias que producen meningitis de manera habitual. Conviven con otras bacterias de la flora de la faringe (garganta) sin producirnos la enfermedad. En ciertas ocasiones, en un porcentaje pequeño de personas, estas bacterias atraviesan la garganta, pasan a la sangre y de ahí al cerebro produciendo meningitis.
En los niños con meningitis la mortalidad puede llegar hasta el 10% y se pueden producir secuelas hasta en el 20% de los casos. Entre las secuelas de meningitis en bebés y niños se encuentran: sordera, retraso mental y trastornos del aprendizaje, convulsiones.
Ante cualquier signo de alarma no dudes en acudir de inmediato con tu especialista. Un diagnóstico a tiempo salva vidas.