CHALAZIÓN ¿De qué estamos hablando?

Los ojos pueden verse afectados por algunas enfermedades o lesiones, haciendo que disminuya la capacidad visual y, por lo tanto, siendo motivo de visita frecuente en la consulta oftalmológica.

Se trata de una inflamación que puede ocurrir desde niños hasta la edad adulta. El chalazión puede aparecer de forma recurrente y la gran mayoría requiere de tratamiento médico, aunque algunos se resuelven solos. Dependiendo del tamaño de la lesión en el ojo, puede comprometer la visión.

Es un aumento de volumen del párpado superior o inferior que aparece en forma de bulto. Esta protuberancia ocurre debido a la obstrucción de la glándula sebácea que se inflama.

Es una lesión benigna y que se forma por la acumulación de secreción grasa producida por la glándula de Meibomio, ubicada en el borde de los párpados.

En los casos donde se infecta esta lesión, puede contener pus, producto de la infección con bacterias o microorganismos además de la secreción grasa.

Es importante tomar las medidas necesarias a tiempo, ya que el tamaño de la lesión en el ojo puede aumentar con el paso de los días.



A veces es difícil diferenciar un chalazión de un orzuelo, a pesar de no ser lo mismo. Generalmente, un orzuelo es producto de una infección, mientras que el chalazión se trata de una obstrucción de la glándula sebácea.

El bulto en el ojo producido por la aparición del chalazión puede ir acompañado de otros síntomas como:

•Aumento de volumen en el párpado que se evidencia como un bulto duro e indoloro, en algunas ocasiones sensible al tacto.
•Enrojecimiento e hinchazón en el párpado.
•Calor en el sitio de la lesión ocular.
•Cuando el chalazión es de gran tamaño y hace presión sobre el globo ocular puede generar visión borrosa.
•Si se infecta, puede aparecer una secreción purulenta.

No apriete ni intente reventar un chalazión. Esto puede esparcir la infección dentro del párpado.