- Dr. Juan Ramón Flórez Gómez
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Medicina Hiperbárica. Médico funcional.
Medicina Antienvejecimiento UNAM.
Experto en Modulacion Hormonal Bioidentica Ced. Prof. 3812067
(999) 271 0807
@medicina_estetica_clarece
El sauna infrarrojo se ha convertido en una de las terapias más innovadoras dentro de la medicina estética y antiedad. A diferencia del sauna tradicional, que calienta el aire para elevar la temperatura corporal, el infrarrojo utiliza ondas de luz que penetran directamente en los tejidos, generando un calor interno más profundo y terapéutico.
Hoy sabemos que su acción va mucho más allá de la relajación: activa procesos celulares de regeneración, mejora la circulación, y aporta beneficios estéticos y de salud integral respaldados por la ciencia.
¿Qué es y cómo actúa el sauna infrarrojo?
El principio del sauna infrarrojo se basa en la fotobiomodulación, es decir, la capacidad de la luz infrarroja (especialmente las longitudes de onda cercanas al infrarrojo lejano, entre 700 y 1200 nm) de estimular las mitocondrias, las centrales energéticas de nuestras células.
Este estímulo aumenta la producción de ATP (energía celular), favorece la síntesis de colágeno y elastina, y modula la respuesta inflamatoria, lo que se traduce en una piel más firme, luminosa y saludable.
Según un estudio publicado en Photomedicine and Laser Surgery (Wunsch & Matuschka, 2014), la exposición controlada a luz infrarroja cercana mejoró la textura y elasticidad cutánea en mujeres entre 30 y 55 años, con aumento medible en la densidad de colágeno dérmico.
Beneficios estéticos comprobados
El uso regular del sauna infrarrojo puede integrarse dentro de protocolos médico-estéticos por sus efectos sinérgicos en el rejuvenecimiento y la reparación tisular. Entre los principales beneficios destacan:
• Aumento de la firmeza y elasticidad cutánea gracias a la estimulación de fibroblastos.
• Reducción de líneas finas y arrugas, por incremento del colágeno tipo I y III.
• Mejora del tono y luminosidad de la piel, debido al aumento de oxigenación y microcirculación.
• Recuperación post-procedimiento, al reducir el edema y la inflamación después de tratamientos con láser, radiofrecuencia o inyecciones.
• Aceleración de la regeneración celular, favoreciendo una piel más uniforme y vital.
Beneficios en salud y bienestar integral
Más allá de la estética, el sauna infrarrojo ofrece una serie de beneficios sistémicos ampliamente documentados:
• Salud cardiovascular: estudios realizados en Finlandia y Japón demuestran que el uso regular de sauna infrarrojo mejora la función endotelial, disminuye la presión arterial y reduce el riesgo cardiovascular.
• Detoxificación natural: la sudoración profunda ayuda a eliminar toxinas, metales pesados y compuestos orgánicos persistentes.
• Recuperación muscular y alivio del dolor: el calor infrarrojo mejora la oxigenación de los tejidos, acelera la reparación muscular y alivia molestias articulares.
• Efecto relajante y antiestrés: promueve la liberación de endorfinas y mejora la calidad del sueño.
• Estimulación metabólica: el aumento de la temperatura corporal eleva el gasto calórico y puede apoyar programas de control de peso.
Protocolos clínicos orientativos
En medicina estética y wellness, los parámetros más utilizados son:
• Temperatura: entre 40 y 60 °C.
• Duración: de 15 a 30 minutos por sesión.
• Frecuencia: 2 a 3 veces por semana durante 6 a 8 semanas; luego 1 o 2 sesiones semanales de mantenimiento.
• Cuidados asociados: hidratación antes y después, y aplicación de antioxidantes tópicos (vitamina C o E) para potenciar la regeneración y proteger frente al estrés oxidativo.
El sauna infrarrojo puede aplicarse como complemento en programas de rejuvenecimiento facial y corporal, o como parte de protocolos integrales de bienestar. En tratamientos ablativos o peelings profundos, debe esperarse la completa reepitelización antes de su uso.
esperarse la completa reepitelización antes de su uso.
Precauciones y contraindicaciones
El sauna infrarrojo es generalmente seguro, pero debe evitarse en casos de fiebre, embarazo, insuficiencia cardíaca descompensada, enfermedades febriles agudas o uso de fármacos que afecten la termorregulación. Se recomienda siempre una valoración médica previa antes de iniciar el tratamiento.
Conclusión
El sauna infrarrojo representa una fusión entre tecnología y medicina regenerativa, con beneficios que abarcan tanto la belleza como la salud. Su acción profunda y no invasiva lo convierte en un excelente complemento para protocolos antiedad, terapias detox y manejo del estrés.
La evidencia científica continúa creciendo, pero los resultados clínicos actuales ya lo posicionan como una herramienta segura, placentera y eficaz para mejorar la calidad de vida desde adentro hacia afuera.