Peligrosa gestación fuera del útero EMBARAZO ECTÓPICO

Un embarazo ectópico ocurre en aproximadamente 1 de cada 50 embarazos y requiere atención inmediata. La razón es que este tipo de embarazo no puede desarrollarse con normalidad y puede provocar un sangrado excesivo.

Se produce cuando el óvulo fecundado se implanta fuera del útero, en lugar de hacerlo en el endometrio, que es su ubicación natural.

La mayoría de los embarazos ectópicos, alrededor del 95%, ocurren en las trompas de Falopio, aunque también pueden localizarse en el cuello uterino, los ovarios o incluso en la cavidad abdominal.

En un embarazo normal, el óvulo fecundado viaja por las trompas de Falopio hacia el útero, donde se implanta y comienza su desarrollo. En un embarazo ectópico, este proceso se interrumpe y el embrión se implanta fuera del útero, lo que impide que el embarazo continúe con normalidad. Este tipo de embarazo no es viable, y puede poner en riesgo la salud de la mujer si no se actúa con rapidez.

Los síntomas del embarazo ectópico pueden variar en función de cada mujer, pues cada cuerpo es único y responde de modo diferente:
•Dolor abdominal o pélvico intenso, generalmente de un solo lado.
•Sangrado vaginal anormal, diferente al de una menstruación.
•Dolor en los hombros, debido a irritación del diafragma por la presencia de sangre interna.
•Debilidad, mareo o desmayos, por la pérdida de sangre interna.



Es importante destacar que muchas veces los síntomas pueden confundirse con otras condiciones como una menstruación irregular o problemas digestivos. Por eso, es vital prestar atención a signos que no sean normales y acudir con tu especialista cuanto antes.

El tratamiento de un embarazo ectópico depende del estado de salud de la mujer que lo tiene y del momento exacto en el que se ha detectado. Pues no es lo mismo un diagnóstico precoz que un diagnóstico en etapas avanzadas.

Un embarazo ectópico a término es extremadamente raro, y en la mayoría de los casos no es posible. El tejido donde se implanta el embrión fuera del útero no está diseñado para soportar el crecimiento de un embarazo, lo que conduce a una ruptura o hemorragia interna muy peligrosa para la mujer que lo padece. La resolución de este tipo de embarazo es quirúrgica y es de urgencia, puesto el peligro que implica para la vida de la mamá.

Aunque vivir este proceso puede ser difícil física y emocionalmente, con el acompañamiento médico adecuado es posible superarlo de forma segura.